Nuestras Huellitas

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domingo, 28 de julio de 2013

La música desde temprana edad activa el cerebro del niño



El impacto sonoro
Leonardo Morales, neurocirujano, psiquiatra, homeópata y musicoterapeuta, afirma que la música es una característica humana. “La reconstruimos, la hacemos, la cultivamos y la amamos. No solo tiene que ver con instrumento musical, también con movimientos corporales y con la voz”.
Según él, la música tiene importantes efectos neurológicos en los niños. En el vientre, los pequeños escuchan los latidos del corazón, la voz y los sonidos que se gestan en el intestino de la madre. Es importante hablarles y ponerles música, ya que al nacer, recuerdan esos mismos sonidos y se sienten más tranquilos y seguros.
Análisis han evidenciado que a partir de la semana 24, los bebés responden a estos estímulos. Se manifiestan a través del cambio en el ritmo cardiaco, en la respiración, movimientos de cabeza, tronco, brazos y piernas. Las reacciones dependen del tipo de sonido; si es música de alta intensidad, los niños podrían sobresaltarse. Por el contrario, si es melodiosa, el bebé podría relajarse.
El cerebro humano, el órgano de mayor complejidad en el sistema nervioso, sufre múltiples cambios con la edad. Comprende hemisferio derecho e izquierdo, cada uno con características funcionales diferentes. El izquierdo se encarga del lenguaje y el derecho, de la percepción y procesamiento de la música. Una persona que desarrolle ambas partes del cerebro podría tener plasticidad cerebral, es decir, alta capacidad de aprendizaje.
La Importancia del Aprendizaje en Edad Temprana                                         


Por: MSc. Carolina MacCourtney, Máster en Educación y Máster en Estimulación Temprana
Todos los seres humanos comenzamos a aprender desde el momento en que nacemos. Durante los primeros años de vida, es cuando el cerebro está en su máximo potencial de maduración, y por ende se debe aprovechar para estimularlo desde temprana edad. El aprendizaje en edad temprana promoverá el desarrollo del niño(a), incitando su formación motora, social e intelectual.
Existen importantes evidencias en los campos de la fisiología, nutrición, salud, sociología, psicología y educación, las cuales demuestran que el desarrollo de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social en los seres humanos ocurre más rápidamente durante los primeros años. La estimulación intelectual insuficiente puede llegar a provocar daños graves y posiblemente irreversibles sobre el desarrollo. He aquí una de las razones más importantes para comenzar la educación de sus hijos en los primeros años de vida.
Cuando el cerebro se desarrolla bajo condiciones óptimas, aumenta el potencial de aprendizaje y disminuyen las posibilidades de fracaso en la escuela. Por ello, los programas educativos que promueven la interacción con el medio físico, natural y socio-cultural pueden fomentar el desarrollo cerebral y las potencialidades de aprendizaje. Además, la mitad del desarrollo del intelecto se produce antes de los cuatro años de edad, debido a la relación existente entre la tasa de crecimiento del cerebro durante los primeros años y el efecto de la estimulación perceptual sobre la estructura y organización de las conexiones neuronales.
Según Piaget, durante los primeros 3 años de vida los niños(as) son como “esponjas”, ya que absorben todo lo que les rodea; se da la imitación de los juegos simbólicos, dibujos, conductas y del lenguaje hablado. Rodríguez, autor de La mente del niño. Cómo se forma y cómo hay que educarla, indica que el 75% de la maduración del sistema nervioso está programado genéticamente mientras que el 25% restante depende de la experiencia. Por lo que recomienda comenzar el aprendizaje de los niños y niñas tempranamente. Es justamente en esta etapa que se favorece el desarrollo niño(a) si se le ofrecen percepciones sensoriales en ambientes enriquecidos. Asimismo, desde el punto de vista emocional, en los primeros 6 años de vida el sujeto construye las bases de su autoestima, desarrolla confianza, seguridad, autonomía e iniciativa, en su relación con otras personas y con la cultura a la que pertenece.

Es por esto que es sumamente importante comprender el significado del aprendizaje durante los primeros años de vida ya que se busca satisfacer las necesidades de los niños y niñas. El enfoque de la educación hace énfasis en el crecimiento y desarrollo general del niño y en su individualidad. Debe darse por profesionales, en un lugar con un ambiente acogedor, agradable y seguro que ofrece una aventura para los niños y niñas a la hora de descubrir el mundo que los rodea.

jueves, 25 de julio de 2013

El juego en el Nivel inicial

El juego como derecho del niño y responsabilidad del docente. 

El Nivel Inicial, especialmente en la provincia de Buenos Aires, posee una importante 
tradición en relación con el lugar que le ha dado al juego en las prácticas cotidianas. 
No obstante, en los últimos años, el lugar preponderante que se le ha otorgado a los 
contenidos disciplinares desde propuestas sumamente dirigidas, ha desdibujado la 
importancia que dicha tradición intentó sostener. 
Como adultos- docentes, ¿cuál es el espacio y el tiempo que les ofrecemos a los niños 
para el pleno ejercicio de su derecho a jugar? 
Ante todo, es imprescindible tener en cuenta que el juego no es algo que el niño realice 
“naturalmente”; es decir, no es una capacidad natural sino una capacidad innata. Por lo 
tanto, para que esa capacidad se desarrolle es necesario un otro que le dé sentido a 
ciertas acciones que el niño pequeño realiza espontáneamente. De esta manera se suma 
un significado cultural que, además del carácter lúdico que inaugura, opera como 
inscripción de ese niño en la cultura a la cual pertenece. 
Si bien la única finalidad del juego es el placer, se podría afirmar que jugando se 
producen los aprendizajes más importantes: durante el juego los niños expresan sus 
ideas acerca de los temas que en él aparecen, manifiestan sus esquemas conceptuales, 
los confrontan con los de sus compañeros. Esto les permite rectificar lo que no es correcto 
o no sirve, o ratificar sus ideas acerca de lo que conocen. 
Teniendo en cuenta la función educativa central que portan las instituciones del nivel, es 
imprescindible un interlocutor que propicie y favorezca el desarrollo de estos aprendizajes. 
Este interlocutor debe ser el docente, quien desde una observación atenta y responsable 
de cada grupo de niños, debe prever espacios y tiempos, recursos y materiales, para la 
habilitación del juego. 
 Los docentes, como adultos de esta sociedad que tiende a desvalorizar lo creativo y lo 
expresivo poniendo el acento en lo que genera un “producto”, casi siempre prevén 
actividades que generen aprendizajes posibles de ser sometidos a una categorización de 
evaluación cuantitativa homogénea. Así, se pone al niño en situaciones que no se 
corresponden con la particularidad de la etapa infantil.


 Consideraciones sobre el Juego y su relación con el Aprendizaje 

“El niño no juega para aprender, pero aprende cuando juega” (Martha Glanzer) 
Por ser el juego una actividad libremente elegida, no debe haber presión externa para la 
manifestación espontánea del niño/a. Por lo tanto, lo que en el juego aparece es lo más 
auténtico del pensamiento infantil; lo que “pone en juego” el niño/a es lo que tiene 
verdadero sentido para él/ella: sus intereses, preocupaciones, curiosidad, miedos, lo 
inabordable. “Jugar es jugarse, es entrar y salir de la locura…”, dice Eduardo Pavlovsky 
“Es no estereotipar, es mover el orden de las cosas, inventar caminos, transformar la 
mirada, simbolizar, movilizar reglas, convenir, crear, que en última instancia, es, al fin, la 
gran operación del sentido…” , dice Chiqui González. 
Los juegos invitan al encuentro comunicativo, lo que implica la correlación entre juego y 
lenguaje, ya que ambos contribuyen a la disminución progresiva del egocentrismo del 
niño/a: al jugar con otros, la necesidad de comunicarse y entenderse para llevar a cabo 
ese juego, dan sentido a la palabra. De este modo, el jugar se constituye en un 
importante medio para la descentración infantil.




El Mago de los sueños

Nutrición



            Alimentación En Niños: 2 a 5 años

Lo que deben comer los niños en edad preescolar

Por: Dra. Adriana Alvarado, Nutricionista

Los niños en edad preescolar tienen un índice de crecimiento menor, por lo que es normal que el apetito disminuya. En promedio pueden crecer 2.5 pulgadas y aumentar de 2 a 5 de peso al año.  Los niños en esta edad deben comer lo mismo que el resto de la familia.
Lo que el niño consuma en esta etapa va repercutir en su salud en el futuro. Es otras palabras, debe consumir una alimentación balanceada con el fin de tener un adecuado crecimiento y desarrollo, prevenir enfermedades como la osteoporiosis, diabetes, obesidad, entre otras.

La dieta diaria deber incluir todos los grupos de alimentos: 

*cereales y granos, proteínas, frutas, vegetales, lácteos, grasas y poca azúcar. Los padres tienen la tarea de educar a sus hijos y enseñarles la base de una buena nutrición. *Las comidas familiares son un excelente momento para poner en práctica los buenos hábitos alimentarios y para compartir en familia.
*Los niños menores de 5 años no deben tener una dieta baja en grasa, así que deben consumir lácteos semi-descremados ó leche entera. Después de esta edad usted puede optar por lácteos descremados.

Algunos puntos importantes para poner en práctica una buena nutrición son:

*Incluya variedad de alimentos. Por ejemplo si le sirvió brócoli en el almuerzo, en la cena incluya salsa de tomate natural ó zanahoria. El color es indicativo de la fuente de nutrientes.
*Los niños deben hacer 3 comidas y 2 meriendas, con el fin de cubrir el requerimiento de nutrientes y energía.
*Evite que coman viendo televisión. La recomendación es máximo 2 horas al día.
*Los niños deben realizar 60 minutos de ejercicio al día.
*Elija productos bajos en grasa saturada, grasas trans y sodio.
*Limite el consumo de azúcar de jugos, galletas, dulces, repostería, entre otros.
*Incluya suficientes fuentes de calcio y hierro en su dieta, dos nutrientes importantes para el crecimiento del niño (a). *El requerimiento de calcio es de 500-800 mg al día, y el de hierro es de 10 mg / día.
*Involucre a sus hijos en la compra y preparación de los alimentos, esto les enseñará y motivará a consumir alimentos saludables nuevos.
*No le prohíba alimentos, mejor darle variedad de alternativas saludables. La comunicación que tenga con los niños es clave para que ellos comprendan lo que es bueno y lo que malo.
*Tenga paciencia si su hijo (a) no quieren comer algún alimento en particular. Trate de buscar otras fuentes del mismo nutrientes y darle nuevas opciones.

Mis deberes


Juan Paco Pedro de la Mar- Brujicanciones para jugar.

Derechos torcidos